jueves, 29 de septiembre de 2011

Fotos y fotógrafos

Hansi, de marathonrally.com
 Hoy os voy a hablar, nuevamente, de nosotros. Y aunque hay una norma periodística que dice que el periodista nunca debe ser el protagonista de una noticia, por eso he hecho este blog, porque alguna vez nuestro colectivo también forma parte de la carrera. Y me atrevería a decir que una parte importante de ella. Y como este blog es diferente, pues me da la gana de hablar de mis colegas.
Las fotos que acompañan este reportaje, sin embargo, son mías, y me gustaría que las disfrutárais, porque ninguna de ellas ha sido publicada... aún.
Dos trazadas de moto que acaban uniéndose. Me gusta.
Los periodistas y fotógrafos que seguimos el rally, como os he dicho en otra entrada, vamos en vehículos de prensa 4x4 para poder llegar a los puntos clave para poder hacer fotos "bonitas" de acción: dunas, pistas, desfiladeros, atravesando zonas habitadas... En algunos casos, los periodistas nos conocemos de haber coincidido en alguna otra carrera. En mi caso, el año pasado, tengo que reconocer que sólo conocía a un par de colegas de las ediciones que el Dakar pasó por España.
Los cámaras de televisión,
grandes profesionales.
Cuando distribuyeron los vehículos la víspera de empezar el rally, me dijeron que iba en un Toyota con un periodista alemán, Hansi Schekahn (de marathonrally.com), un cámara francés de la organización, Mikko, y otro francés que se encarga de coordinar diferentes webs de rallys del mundo, además de haber sido un buen copiloto hace algunos años. Un par de etapas más adelante nos cambiaron a Mikko por un fotógrafo chino que vivía en El Cairo, Bilal. Hansi, es el fotógrafo que sale en la primera foto, y en la foto que tomé dentro del Toyota, en marcha, salimos el resto. Mikko, aparece en la foto vertical cerca de las motos que estaban a punto de atacar una duna cortada, tiene gran experiencia en rallys, y fue una lástima que no pudiera venir más en nuestro vehículo.
Los locales siempre te sorprenden llegando,
con cualquier vehículo a cualquier parte.
Un copiloto cargando con los útiles para desencallar
el coche de las dunas.
Decía que, yendo por la misma ruta que tienen que pasar los participantes del Rally, descubres paisajes increíbles y situaciones que, quizás por falta de experiencia, sorprenden. Aún así, muchas veces tienes dudas sobre si estás en el mejor lugar, en la mejor posición, con el objetivo idóneo... Normalmente cada uno va por su cuenta una vez nos bajamos del auto, intentando buscar la mejor instantánea, sin entorpecer al otro compañero. En eso, hay mucho respeto. Un día de esos, el quinto, sufrimos por Bilal. El tipo, sin experiencia en el mundo del motor, se colocó debajo de una duna cortada, intentando buscar la mejor foto. Suerte que el cámara de video que encontramos allí le pegó un par de gritos para que se fuera de allí. No sé si lo entendió por las buenas, pero, afortunadamente, no tuvo que esperar a que pasara la primera moto para comprobar el riesgo que estaba corriendo.
Hansi ganó el concurso de fotografía que organizó Edo Bauer, el jefe de prensa del Faraones con una foto muy parecida a la que está de fondo de pantalla de este blog. Prácticamente son iguales, aunque yo me dí cuenta muy, muy tarde, que tenía 'esa' foto. Sin embargo, en mi primer año de Faraones, decidí no competir... por vergüenza, más que nada.
Philippe, yo y Bilal. ¡Vaya trío!
Otro día, tuvimos que ayudar a un par de coches a salir de un buen embrollo el primer día de dunas: se habían quedado atrapados en un reguero de fesh-fesh. Eran participantes en el raid -paralelo a la carrera-, con un vehículo poco -o nada- preparado, y -lo que era más grave- con dos pilotos sin apenas experiencia. No sabían ni cómo poner las planchas para sacar el coche de aquel atolladero. No sabían ni que había que sacarle presión a las ruedas, ni cómo dar gas para salir airoso... ¡y les faltaban 100 kilómetros hasta el primer control de paso! ¡Y luego otros 300! Les 'invitamos' a dar media vuelta y dejarlo, pero ellos, después de pensarlo, decidieron seguir. ¡Qué barbaridad! ¡Qué locura! Pues bien, al final de la jornada, cuando ya habíamos terminado nuestro trabajo, nos los encontramos a la entrada de la haima de la organización. Llegaron, y aparentemente, bien. Y decidieron seguir otro día más. Pero no lograron hacerlo muchos más, porque al final, el coche -y ellos también, porque pagaban con sus caras-, se rompió.

martes, 27 de septiembre de 2011

Té verde, el Red Bull del desierto

Hansi, esperando el té.
La bolsa “súper-gigante” -que dice mi hija Itziar- ya me espera en el salón lista para llevármela al aeropuerto el próximo sábado. Durante estos días que quedan hasta que salga volando hacia la T1 de El Prat, tengo que terminar una entrevista hecha unos días antes para que Nuria, la diseñadora del SoloMoto OFF ROAD pueda tener algo para ir montando mientras estoy fuera. Tengo ya preparados unos cuántos temas para SoloMoto Actual, SoloMoto OFF ROAD y también Solo Auto 4x4. Los temas que trataré en el blog... ¡ya saldrán!
En total serán 9 días desde que me vaya hasta que vuelva. 9 días que espero no acaben conmigo. Quizás, en algún momento de la carrera, me haga falta alguna latita de estas bebidas pseudoenergéticas, pseudoestimulantes que no sabemos exactamente de qué están hechas, que saben a jarabe pero que dicen que “dan alas”. Por si acaso, prefiero un buen té a la menta, como el que nos preparó un amigo de nuestro chófer Bakkah, enmedio del desierto, el año pasado. Y ya que estoy puesto, os voy a contar una anécdota que recordamos a menudo con nuestros colegas periodistas.
Fósiles. Había millones de ellos.
Durante el transcurso de la cuarta etapa, entre Abu Mingar y Sitra nuestro chófer decidió ir a ver qué hacía parado otro vehículo de la organización enmedio de una llanura. Estábamos, aproximadamente, a unas dos o tres horas del bivouac y, después de bastantes kilómetros hechos por una carretera hecha polvo, diría yo que Bakkah se estaba durmiendo. Hansi, Philippe, Bilal (el fotógrafo chino) y yo entendimos que era un buen momento para bajar, estirar las piernas e “ir al baño”. El lugar donde nos paramos me pareció excepcional. El suelo no era arena, sino que estaba compuesto de pequeñas conchas, como lentejas de piedra de diferentes tamaños y hacía que brillara una barbaridad. Eran fósiles. Aquéllo había sido mar muchos siglos atrás. El otro coche se había detenido a tomar el té. Nos preguntaron si queríamos y todos asentimos. Como no tenían más que tres vasos, tuvimos que compartirlos.
Bilal, el fotógrafo chino, en la parada del té.
Mientras hervía el agua, llegó otro vehículo junto al nuestro. Era el de otro equipo de periodistas en el que iban el fotógrafo oficial de la organización, otro chaval italiano (creo) y otra periodista belga a quien el Dios del tiempo le ha pasado factura y la ha convertido en una auténtica cascarrabias. Bajaron todos menos ‘ella’ y parecía que también daban por bueno un alto en el largo camino cuando se oyó, desde dentro del coche, una frase que fuimos repitiendo jocosamente durante el resto del viaje: “WHAT ARE WE DOING HERE!!??” (así, en mayúsculas, que es la forma de decir algo gritando). Automáticamente, todos, como si fueran marionetas llevadas por ‘ella’, se dieron media vuelta, se metieron en el Toyota y siguieron el viaje hacia Sitra. Pocas palabras, mucho significado. Triste, porque ¿porqué no disfrutar de un momento de relax? 
Ni que decir cabe que nosotros sí que disfrutamos -y mucho- ese viaje, no sólo por el magnífico té, sino también por el descanso, el paisaje y lo que nos reímos con esa estampa, y es que, aparte de eso creo que todos coincidimos con que nuestro grupo fue el que mejor nos lo pasamos durante esos días.
Ah, a ‘ella’, Bilal le sacó un mote que ni pintado: “Miss Dislike” (imaginaos porqué).

domingo, 25 de septiembre de 2011

Una semana, sólo falta una semana

Nosotros nos despertamos antes que el sol.
Una semana. Siete días. Sólo faltan siete días para que empiece la edición 2011 del Rally Faraones, y yo, con ella. Siete días pasarán rápido. En nada, ya me encuentro volando de Barcelona a El Cairo con uno de los aviones de EgyptAir, compañía que colabora con la carrera. Siete días son casi los mismos que dura la carrera, y os puedo asegurar que, una vez 'metidos en faena' las horas y los días pasan volando. Comentaba el otro día con una colega que necesitaría 28 horas para cada jornada para poder abarcar todo lo que pretendo hacer en esta carrera... o sea, que habrá que espabilarse y rentabilizar el tiempo, organizándose bien, principalmente. Eso excluye, algunas veces, el visitar las webs de información general para estar al día de lo que pasa en nuestro país.
Pero bueno. Y me preguntan: ¿Y cómo se organiza uno en carrera?
¡Ah! ¡Buena pregunta! Muchos de vosotros pensáis -y algunos incluso me lo habéis dicho a la cara, cosa que me hace sonreír-: "¡qué bien te lo pasarás!", o... "¡ya me gustaría a mí!", o... "¡qué suerte!"... vaya, como si me fuera de vacaciones o me hubiera tocado la lotería. Pues sí, me ha tocado la lotería, pero estos números no hacen que tu cuenta corriente se llene de ceros, sino que tu experiencia tanto en lo profesional como en lo personal crezca enormemente. Sí, me lo pasaré bien porque disfrutaré de cada momento, como hice el año pasado, pero...
En el Land Cruiser, cruzando el desierto, con nuestro chófer.
Levantarse a las 4 y media de la mañana después de haber dormido cuatro horitas en una tienda de campaña enmedio del desierto, oyendo los compresores de los equipos funcionar, con 300 o 400 kilómetros de 4x4 por delante, mitad dunas, mitad carretera y la mitad de esa carretera en estado pésimo.... bueno, digamos que no es muy excitante, la verdad. Comer... bueno, lo de la comida es para tratar aparte, porque hay días que ni eso. Sólo desayuno y cena. Y...ya sabéis ¡cuidado con lo que se come!
Decía que hay que organizarse bien. Empezamos temprano por la mañana, muy temprano, casi a la misma hora que se levantan los primeros pilotos de moto y salimos en el Toyota a buscar aquéllos puntos interesantes en los que creemos que puede darse una buena foto. Pasamos tantas horas como los pilotos en el desierto, y luego, a la llegada al campamento, toca hacer todo el trabajo de redacción: ir a buscar los pilotos, saber de sus bocas cómo ha ido la etapa y contrastarlo con la gente de prensa de Faraones: Edo Bauer -el jefe- y la chilena Marilyn Urtubia -asistant multilingüe-, que nos ayudan mucho en nuestro trabajo. Mientras llegan las clasificaciones aprovecho para seleccionar unas 15-20 fotos de las que, después de una segunda selección, acompañarán el reportaje diario.
La gran carpa reúne a todos para el briefing diario.
Texto, fotos, clasificaciones y declaraciones son la base del artículo. Cuando mejor estructurado y sepa volcarlo de la cabeza al teclado, más rápido acabaré el trabajo, antes podré ir a cenar, preparar la etapa del día siguiente y, si sobra tiempo, charlar con algunos pilotos, mecánicos o colegas... Pero bueno... este año, además de la web y de Facebook, también está Twitter, y algunos colegas internacionales me han pedido también que les cuente cómo va el Rally. O sea, que cuando acabe de cenar probablemente, no queden de pilotos en la gran carpa, menos de los mecánicos y al final, acabaremos departiendo entre franceses, italianos, hispanos, alemanes... ah, y también, polacos, húngaros, un ruso, algún chino,... vaya, casi una ONU en pequeña escala.

Perdidos, no, un poco desviados

¡Suerte que encontramos el camino!



Gracias a la 'experiencia' de mi anterior viaje a Faraones, he incorporado a mi nueva maleta -una Trucker 8800 del amplio e interesante catálogo PowerWear de KTM-, algún elemento que, espero, sirva para pasar mejor estos Faraones. Y es que tengo muy claro que no me gustaría volver a repetir una situación que –aunque fue sólo una durante los seis días de carrera- nos puso a todos los ocupantes del vehículo de prensa en tensión. Lo explicaré.
En el Land Cruiser de prensa número 69 que conducía nuestro chófer ‘Bakkah’ (o algo así, porque no acertamos a pronunciarlo exactamente y así es como entendimos que sonaba), hubo unos momentos de tirantez en la salida de la cuarta etapa, porque no acabamos de interpretar bien el road-book de los pilotos y nos perdimos. Fue realmente poco tiempo, porque al final, nos dimos cuenta del error y atacamos fuera pista hasta llegar al punto correcto donde nos ‘esperaban’ nuestros colegas de la prensa que sí habían llegado al punto exacto.
He hablado en primera persona del plural por no citar a uno u otro, porque realmente, formábamos un equipo  y si fallábamos, fallábamos todos y si acertábamos, acertábamos todos… aunque yo no hubiera dicho ni mú. Y es que creo que el problema fue que no llevábamos GPS en el vehículo con el que seguir el rumbo correctamente. Hansi Shleckhan, de Marathon Rally, tenía un móvil con brújula que nos fue de fábula siempre, pero que nos jugó una mala pasada ese día, porque costó mucho de calibrar.
Marc Coma, durante la etapa 4. Le pillé.
Y para quién no acabe de entender bien qué ocurrió, os pongo un ejemplo: si el libro de ruta dice que tienes que ir, durante diez kilómetros, a 20 grados, y tú –por lo que sea- vas a 0 grados, te estás desviando de la ruta. Eso está claro, ¿verdad? Pues a nosotros nos pasó eso, más o menos, ….y acabamos a unos tres kilómetros aproximadamente del punto exacto. En un sitio muy bonito, si, pero a tres kilómetros de donde deberíamos estar.
Las consecuencias del ‘fallito’ fue que nos perdimos ver pasar a los tres primeros pilotos de motos, que en mi caso, es bastante. Aún así, pude 'salvar' varias fotos que usé para el reportaje, un par de ellas, las podéis ver en estas líneas.
Para intentar que no nos ocurran problemas de ese tipo (los podemos tener de otro, claro), he pedido a la gente de Garmin España si me prestarían un GPS para poder tener un poco más de seguridad en nuestro rumbo. Muy amablemente, me han enviado a la redacción un GPS Oregon del que, esta última semana, tengo que aprender el funcionamiento para que no me ocurra como a Hansi...y esta entrada haya perdido todo su sentido o lo que es peor, acabe dejándome en ridículo.
Gracias a Garmin por prestarme un Oregon para Faraones'11.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Cosas que uno no puede perderse en Faraones

Evidentemente, no soy yo ninguno de estos 'Faraones'.

Antes de ir a Egipto por primera vez, pregunté en Facebook qué es lo que no debería perderme en ese viaje. Algunos comentaron diferentes museos y lugares de El Cairo que no llegué a ir por estar más perdido que si me hubieran tirado enmedio del desierto. Obvio que me aconsejaron las Pirámides... y tampoco fui. Es la asignatura pendiente para este año porque sí, las vi el año pasado, pero de paso, de lejos, y con una espesa bruma que era prácticamente imposible adivinar el relieve de una de las grandes maravillas del mundo.
Así que otro consejo desatendido. Al final, lo único que cumplí fue "disfrutar del rally". Así que ahora ya puedo decir qué es lo que uno no puede perderse en... el Rally Faraones.
-La salida al pie de las Pirámides. Es una ceremonia emotiva (que no pude vivir el año pasado al adelantarme a la caravana) que este año también acogerá la llegada de los pilotos en la última etapa (con doble carga emotiva).
-Las llegadas de los pilotos al final de etapa. Donde ves realmente la dureza en la cara de los pilotos.
-Las reuniones, briefing, de la noche. Hay que prestar atención por los cambios en la etapa siguiente.
-La cena. La comida que nos tienen preparada es realmente buena, incluyendo-o destacando, según gustos- los postres, aunque hay que tener cuidado con comer según qué alimentos no cocinados. Imprescindible beber siempre agua embotellada.
-La sobremesa tras la cena. Comentar la jornada, conocer a gente y hacer nuevos amigos o preparar el día siguiente.
-Un paseo por el paddock, de noche. Ver trabajar a los mecánicos en sus vehículos. La jornada es larga para todos.
-Levantarse temprano y ver amanecer. La luz va llenando el paddock y empieza la acción.
-Las dunas. Poder recorrer parte de la ruta que realizan los pilotos, cruzando cordones de dunas es una experiencia alucinante.
-Llegar temprano para poder montar la tienda de campaña. Otra de las cosas que hay que tener en cuenta, ya que si llegas tarde, o lo dejas para más adelante, es difícil hacerlo de noche (aunque las 2seconds son la mar de sencillas de desplegar). Y sobretodo, intentar buscar un lugar protegido del viento y del ruido, ya que hay equipos que tienen el compresor en marcha durante mucho tiempo por la noche.

martes, 20 de septiembre de 2011

¿Por dónde empezamos?

Buena pregunta. Afortunadamente, éste será mi segundo año en el Rally Faraones y pocas cosas serán totalmente nuevas para mi, o sea, que para preparar el viaje ya no me hace falta llamar a la organización o a algún piloto conocido para que me indiquen qué es lo esencial y/o obligatorio, lo que no me puedo dejar en casa si quiero ser autosuficiente y no ir pidiendo aquí y allá.
En la primera lista -y digo la primera porque acabo confeccionando más de una- figura aquéllo imprescindible y que siempre llevo en los viajes:
-un neceser bien cargado (desodorante, agua de colonia, maquinilla, gel de afeitado, after shave, champú y gel de ducha, crema hidratante y también unos palillos para limpiar el polvo de arena de las orejas)
-un segundo neceser-botiquín (pinzas, gasa, yodo, esparadrapo, ibuprofeno, gelocatil, repelente insectos, antidiarreico,...)
-ropa interior
-camisetas
-pantalones
-zapatillas tipo trekking
-chaqueta
-gorra
-crema solar
          Pero para este Rally hay que ampliar la lista:
-más camisetas,
-más pantalones,
-más ropa interior (le añado un culotte y unas camisetas técnicas)
           y no sólo eso, también
-un par de Buff (para protegerse del sol, del viento, del frío y de la arena)
-una toalla de baño
-un bañador y
-unas chanclas
          Y como vamos a dormir en vivouacs, pues
-una tienda de campaña (me recomendaron una 2seconds de Decathlon, la más usada por la mayoría)
-una esterilla
-un saco de dormir y
-un frontal.
          El frontal que llevé el año pasado lo tuve que tirar antes de poder usarlo. Las pilas que llevaban habían corroído las piezas metálicas y era imposible volverlo a hacer funcionar... así que tuve que ir a pedir 'limosna' a los 'cracks' y tanto Marc Coma como Joan Barreda no dudaron en prestarme uno suyo... y, ya que lo recuerdo... ¡aún conservo el de Joan!
Ah, y no puedo olvidarme unas buenas gafas de sol, que, en el desierto, castiga mucho la vista. Hasta aquí, más o menos, la primera lista. La segunda lista es para preparar la "otra" maleta, la de la cámara...

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Bienvenidos

¡Por fin! Después de mucho tiempo planteándolo, ya se ha hecho realidad. Ya está aquí el blog de SoloMoto OFF ROAD en las carreras. No tenemos muchas pretensiones, y lo único que queremos es narrar las sensaciones allá donde vamos. Y es que cuando salimos de la redacción, siempre ocurre algo interesante.

Nuestro debut coincidirá con la disputa del Rally de los Faraones 2011. Esperamos no defraudaros.