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Los vehículos de prensa van debidamente identificados. |
En el
Rally Faraones, cuando te levantas a las
cuatro de la mañana y llegas al campamento a las dos o tres del mediodía después de
pasarte -como poco-
cuatro horas plantado en pleno desierto, sacando fotos
desde la primera moto hasta el último coche, tienes que administrarte bien tu
tiempo, porque si no,
eres periodista muerto. Hay mucho trabajo por hacer y
todo tiene que encajar en lugar y tiempo. Es el turno de una buena
administración. Me explicaré.
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Situaciones curiosas que nos podemos encontrar
por la pista durante el viaje. |
Cuando regresas de haber hecho el reportaje fotográfico
del día –reportaje que continuará también en el campamento-, nada más bajar del
4x4, hay que (1) descargar tu maleta con tu equipaje, la mochila con la cámara y el
ordenador y la 2seconds... porque el 4x4 se irá a aparcar a un sitio apartado,
lejos y, probablemente, demasiado tarde para ir a recuperar algo que te hayas
dejado en él, porque lo más normal es que el chófer haya ‘desaparecido’,
aprovechando su momento del día de “tiempo libre”.
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Nuestro Jefe de Prensa, Edo Bauer, le da instrucciones a un
helicóptero para poder captar una instantánea atractiva. |
Bien, al bajar del coche ya puedes ir lo más
rápido que puedas a la sala de prensa, a (2) tomar posesión de una silla y un
rincón de una mesa, enchufar el portátil en uno de los pocos enchufes libres y
poner a descargar el millar de fotos (número aproximado) que tengo en las cámaras
(3) e ir para el siguiente paso con un "ahora vuelvo"...
A tus colegas les parecerá que vas a ir a
entrevistar a los pilotos, pero no. Hay algo urgente que hacer antes: (4) buscar
un lugar para plantar la tienda de campaña. Si lo dejas para lo último, nunca
sabes encima de qué superficie acabarás durmiendo ni quiénes serán tus
compañeros (es importante que tengan tus mismos horarios para no molestar ni
que te molesten). La primera vez, quizás pagas el hecho de no fijarte dónde la montas,
pero la segunda noche ya no vuelves a cometer el error de ‘plantarla’ cerca de
donde tienen los mecánicos su área de actuación, porque es habitual oír las pruebas
de los motores de los coches y las motos a "las quinientas", cuando
deberías estar en brazos de Morfeo...
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Algunas veces compartimos localización con otros
fotógrafos. En otras, somos tres o cuatro, como mucho. |
Pero este punto 4 tan “urgente”, a veces hay
que pasarlo por alto si llegas tarde al vivouac, porque ‘lo primero es lo
primero’... y luego a espabilarse tocan. Pero para que eso no ocurra está el
trabajo previo de análisis y preparación de la etapa, como si fuéramos pilotos,
para ver dónde vamos a sacar las fotos, lo espectacular que puede ser, lo
variado del terreno, lo lejos del campamento... Normalmente tener en cuenta
todos estos aspectos es fundamental para que la primera parte de la jornada te
salga bien y así poder empezar la segunda con tranquilidad.
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Hay que tener en cuenta dónde nos pondremos. Aquí, un
poco más y Camelia se lleva por delante a Piero. |
Cuando has conseguido plantar la tienda y
metido dentro la maleta (a esa hora los pilotos -los de motos y los mejores de
autos- hace ya algún rato que han llegado), ha llegado el momento de ir a
buscar declaraciones (5). Normalmente están con el mecánico comentando la
jugada o empezando a repasar el roadbook del día siguiente o comiendo algo en
la gran haima que acoge a todo el campamento del rally.
Al regresar a la sala de prensa empiezas a
transcribir las declaraciones (6), preguntas por las clasificaciones (7) y por
algo que haya ocurrido y que dirección de carrera (que se enteran de casi todo
lo que pasa en la etapa) le haya contado a Edo, el jefe de prensa, o a
Marie-France Estenave, un lince de la información del motor con el fin de
empezar a escribir el texto principal de la crónica (8).
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Visualización de las fotos que he sacado en una de las
jornadas. Aquí empieza la primera selección. |
¿Cuánto tiempo toma escribir una crónica? Esto
igual lo dejo para otro post, porque da para mucho. Dependiendo de lo que
suceda....también está twitter (9), facebook (10)...
Las fotos que he descargado ya están en un
disco duro portátil –‘porsi’- y las visualizo para hacer una primera selección
(11). Copia a una carpeta, y de allí, otra nueva selección (12) para utilizar
las necesarias para ilustrar la crónica del día y otra para reservarlas para la
revista (13) y el blog (14).
Habéis visto que más o menos todo lleva un
orden, ¿no? Y es que normalmente las cosas que llevan un orden en su producción
acaban saliendo bien, aunque también os puedo confesar que muchas otras veces
el caos también puede dar un buen producto. En nuestras revistas encontraría
miles de ejemplos, ya que cuando se aproxima el cierre parece que todo está bajo
control, pero el día 'd' es un puñetero caos. Por eso tampoco me preocupa mucho
seguir en riguroso orden los pasos que os he descrito antes (jajaja!).
Hombre, hay cosas que son impepinables y que exigen cierto orden, como terminar la crónica del día a una
determinada hora y subir las fotos antes de que cierren las conexiones de
internet, que acostumbra a ser entre las 21:00 y 21:30 horas. Una vez nos
quedamos "aislados" en el tema telecomunicaciones es cuando
aprovechamos para cenar. Normalmente, a esas horas ya queda muy poca gente en la
haima. Los pilotos de motos ya están descansando y como mucho podemos charlar
con mecánicos que ya han terminado su trabajo (afortunados), con colegas o con
la gente de la organización.
Ya sólo queda recogerse, ir al baño y
encontrar tu tienda entre las muchas 2seconds que hay plantadas en el
vivouac... Y descansar... ni que sea unas pocas horas.
Ah, y recordad el logo con el que cierro este post. Es para pensar un poco...